miércoles, 5 de octubre de 2011

aquel Hombre nuevo.

Encharcado hombre lodoso,
una mañana te despiertas vencedor,
una noche te descubres victorioso
entre los vientos de antaño.

Otrora, los hombre como tú
erguían espaldas plenas.
Hombres como tú,
siempre cucarachas,
maravillas rastreras,
más o menos derrotados,
nunca mancillados.

La contienda: ficcional,
sabor de piedra mordaz.
Hombre empolvado,
subyugado mas tenaz,
forjado entre llamas:
Lo que a ti te pertenece 
es el pasado mañana.

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