viernes, 30 de marzo de 2012

Tragedia.

Eco de vientos como un mar
mar amurallado azul acero
en delirio
y un ciclón de alaridos
y tus ojos tormentosos
y mi pelaje agitado
y la calma
las estrellas
la consciencia

y mis pies frente a mis ojos
imperativos
suelo impersonal
sin delirios
ni un ciclón de alaridos
ni tus ojos tormentosos
ni mi pelaje agitado
ni la calma
las estrellas
la vigilia.

lunes, 26 de marzo de 2012

No explicar la naturaleza del mal.

El diablo es magenta
y la noche es azul
anaranjada en resplandor urbano

Pero el diablo es magenta
y el orbe es negro cuando tu dedo apunta
cerrando un ojo, tapando el sol

Aún así el diablo es magenta
tu carne torcida, enroscada
y tu sangre es azul de reina ajena.

El diablo es magenta
amanerado, altanero, filántropo
y un poco rococó.

domingo, 25 de marzo de 2012

Islandia.

El hielo nocturno ya no es igual cuando amanezco. Ahora no siento tus pies, ni los míos. Ahora, los paseos nevados no saben a donde llegar, no descubren nada, bosques congelados ni lagos macizos. No puedo ver, ahora, el vapor de tu risa, ni calentar tus dedos rojos entre los míos, sentados en la nieve, mirándonos las narices también rojas y los ojos vidriosos. Sabemos todos muy bien que las lágrimas no se congelan, nadie tarda mucho en pasar la mano, la manga, el pañuelo, y sostenerlo en la cara un momento, inspirando, como robándose algo llovido, como si fuera tu pelo. Ahora me escondo en mi abrigo, como se escondían tus manos en mis bolsillos, y como escondías con tu mano tu sonrisa cuando nos miraban. Y camino extranjero, y escucho el ruido de los quehaceres y los sonidos diarios de cientos de personas casi vivas. Pero eso es más de lo que puedo decir de mí, de lo que puedo oír de mí, soy un silencio inabarcable, imposible de disimular. No hay palabras que no suenen burdas, de dedos cortos y gruesos, todo es torpe, pobre, un tronco sin extremidades confiables. La elegancia delicada y la gracia se congelaron en el camino del bosque, y este hielo ya no contiene nada para mí, es el tiempo sólido, apelmazado, que mis huesos rechazan. Hoy mis paisajes, otrora blancos, son pálidos intentos agresivos. Soy una roca irregular que no rueda, que se hunde en la nieve de la montaña. No puedo avanzar ni precipitarme,  no puedo llegar ni partir.

lunes, 19 de marzo de 2012

Érase.

En la pradera
en el dorado suave de la primavera
ya empezando a molestar el calor
cuando el viento me trae aromas claros
y alergias insidiosas
donde mis dedos recorren terciopelos
camposanto de recuerdos
cuando la luz me da colores agudos
al amanecer, en tibias mañanas
cuando les oyen decir poemas robados
y robar ojos mojados
érase un tipo feliz mirando el cielo,
éraseno se lo permitieron.

sábado, 17 de marzo de 2012

Notas de viaje.

Yo voy hacia el resplandor del horizonte, allá, bajo las nubes teñidas de noche.
En Versalles compran chatarra, en Versalles 685.
El viento frío y obligado de este mar a medias, marrón, austero y dulce.
La joven bonita se sacude el polvo blanco, angelical, suelta un tierno eructo y sonríe despreocupada, como si el mundo la ignorara.
Insomnio y temblor de motor en los pies.
La señora no ve nada, sus manos ven reuma y sus piernas hematomas, la señora no se ha ido, y no sé por qué.
La condensación en la cubierta y las estrellas que giran con el horizonte, plagado de puntos luminosos que parpadean rojos y verdes y taciturnos.
En algún lugar alguien no sabe que te ha visto, sólo una vez, sólo un segundo, no corro esa suerte, camino otro tramo.
Los niños bailan, corren y se caen de culo, pero no entienden por qué creemos que duele.

sábado, 10 de marzo de 2012

Cuestión.

I

          Es la versión más cruda de André, a las 7 A.M. sin desayunar, sin café, apenas el recuerdo de una cena pobre. Con semanas de mal sueño, calor húmedo, sonido de oficina en su cubículo de compensado, recubierto por esa imitación de madera que se despega y no dura. Esos muebles brasileros que se aflojan y se hamacan, traca-traca traca-traca, trabajar sentado. 
           -Un momento-, el codo en la mesa, la palma en la sien, los dedos en el pelo transpirado. Algo lo tiene frenado hace semanas, tensión entre las cejas. Algo en el aire que no avanza, algo que se lleva su atención y la devuelve fraccionada.
           Como el viento caliente del verano en el lago, lento. Algo no lo deja funcionar, algo no gira bajo su camisa blanca de líneas verticales color océano profundo, una pregunta, no sé, una especie de incógnita, algo que le frunce el ceño por horas en el sillón del apartamento, solo con la veladora y el humo blanco que se forma cuando una idea da más vueltas de las que debería.
           André no es especial, él no es magnifico, ni siquiera es común, normal, corriente, ni siquiera logra ser mediocre. André no es casi nada, no en tanto no tenga esa respuesta, él mismo se ve falto, tullido, mutilado. No tiene sacerdotes de palabras lentas e infantiles. No tiene la respuesta, no tiene nada, ni agua sucia ni sopa fría. Sólo tiene tiempo coagulado, brumoso, para buscar cuanto pueda, aún no desespera.
           Los ojos en el aire, la mano en el mentón mal afeitado. Horas de oficina, ruido de papeles, tacones, charlas pobres, de mierda. André pensando en cosmos detenido.

viernes, 9 de marzo de 2012

Válvulas o glándulas.

La niña se asentó en su retina
tras el cristalino de él
o sobre su diafragma
y el mozo no supo más que guardar su distancia
y de él crecieron otros brazos
y piernas otras
y tantas axilas y anos varios
y se acompaño bien de esa distancia
esos brazos le abrazaron y condujeron
y la niña creció también
y también la distancia
la que él celoso guardaba
ahí en su duodeno
o en su glándula pineal
y ella vivió por siempre ahí alojada
gangrenando la tiroides
o la sexta pierna
y el mozo guardando
aguardando ennegrecido
entumido, con las tripas llenas.

jueves, 1 de marzo de 2012