jueves, 28 de julio de 2011

La cuidad de tinta carmín. Parte III

 Los calvos de planicies plateadas
los montes de navajas
el sol brilla austero
la carnicería abre un viejo día
histéricos los monjes liman tu cuero
parafina y cordones, luz de señores
la cruda rectificación de la cruz
la burda y lechosa convulsión
el ojo ahuecado donde vive la niña
la niña trepanada que grita camidia.

***

Diarrea asonante, rima fulgurante
las puntas de metal rasgan el azar
daltonismo disonante
la tabla da con la carne
blandiendo fantasmas como escafandra
los ímpetus brotan
Gonorrea y Mescalina
asir el hastío por la parte más fina
darlo en el rostro deshojado que opera
contemplad el pulpo mojado
el desatino, tú con tu culpa
la vulva, la lengua entrando en la pulpa.

***

El fermento canceroso del héroe borracho
el calamitoso costal de materia pútrida
el hermoso montón de basura
el heroico ebrio, ciego y fraudulento
varices con canela
la flauta toca la muela
clava una punta helada en la carne
huele a mareo y calambre
colma tus dedos de hambre
trepa por la mañana
llora tus ojos licuados con sales y mentas
camina sin tus rodillas.

***

Un trozo de universo
fragmento de viento
carroza inestable de caos
trozo de acero retorcido y austero
pobre hilo rojo como el consuelo
tinta negra y mugre, mis dedos
guiña la vuelta de tuerca encastrando la reja
azúcar y envidia para las ninfas
polvo y cemento sobre los muertos.

sábado, 23 de julio de 2011

La puerta.

Le aterró la puerta,
la halló cicatrizada,
el ojo abierto
reclamando su llave.

Le turbó el acaso,
el tal ves, le amputo el valor,
la llave del mundo posible,
en su mano insidiosa,
le cercenó el ímpetu.

Un torso cabizbajo
devorado por la bruma.
Cuentagotas percutiendo
uno tras otro los segundos.

Le aterró la puerta,
la halló cicatrizada,
el ojo abierto 
su faz, 
su mirada.

martes, 19 de julio de 2011

Poder ser.

Podría tranquilamente fundirme con el suelo, 
o simplemente no hacerlo.

podría desmenuzarte solamente con mis dedos,
y desnudarte los huesos.

¿Y qué tiene que hacer un hombre malo,
que no es el peor, para soltar tu sudor?

Sigo cayendo en lo profundo de tus ojos
y llegaré al fondo sólo para excavar más hondo.

También.

Hay una piedra en el fondo del lago,
hay tumbas con nombre
y algunos que sí las lloran.

Y hay aves sin colores
a las que alguno escucha.
Hay animales feos.
Y mares marrones que nadie surca.

Insomne y un poco desconsolado.

Desventurado ayer,
a la hora de las pesadillas.

Marcho hoy,
el cráneo inflamado,
los ojos inyectados.

La idea febril
de que la lluvia
se evapora al tocarme
es falsa,
me moja, me empapa.

Paupérrimo,
intento morderte
con mis dientes
llenos de agujeros.

Llevarte a mi estómago,
lleno de serpientes
y malas bestias.


Desconsolado
a la hora de las pesadillas,
marcho afiebrado,
como si la lluvia
se hiciera vapor al tocarme.

sábado, 16 de julio de 2011

vida.


Somos patéticos,
patético niños de rodillas sangrantes,
patéticos de ojos mojados,
patética carne acorralando el hueso,
patéticos gemidos,
llantos y cientos de gritos
patéticos cadáveres desprendiendo aceite
patético alimento tras la muerte
patética danza de los gusanos 
en su festival de carne negruzca
patética bestia, patética y burda.

miércoles, 6 de julio de 2011

Sobre el hombre y alguna realidad.

Un mundo inmenso de cochambre,
de pobres grises desahuciados,
un mundo repleto de sombras muertas.

Es tu lugar,
un lugar con olor a carencia,
un aroma a desilusión,
la fetidez que desprende el hueco obscuro
al que conduce tu boca,
en el que no se mueve el aire,
tu laringe emite chillidos constantemente,
tus dolores físicos,
tu diarrea discursiva
y tu inconclusa noción de tu propio ano.

Tu piel grasienta de ignorancia,
manchada de deseo reprimido,
salpicada a veces de salvajismo pulido,
los tiempo cambian te repite la pantalla,
modernidad, enhorabuena,
los tiempos cambian,
los animales no.

Animal,
asume tu miseria, animal.
Animal, come las carnes de los inválidos,
corre gritando cuando suene el trueno,
animal místico, estúpido,
perfeccionista imbécil.

Tú, trozo de carne incomprensible,
complejo como una gota de agua.
Grita a los vientos tu impotencia,
grita que los verdaderos gigantes no escuchan.