domingo, 12 de diciembre de 2010

no el camino recto

¡no!
no el camino recto
doy pelea con los sueños 
contra reglamentos

hoy es un lugar extraño
cuando la locura pasa
me abrasa
me besa y me hamaca
hasta que me duermo 
entre sus ramas flacas

¡no!
no el camino recto
me voy ondulando
lejos de los ángulos.

¡bienvenidos a la nada!
a los locos, a las hadas
de los romances y el arte
disparate
por amor al desastre.
Joan Miró - El carnaval de arlequín

Lamento desde adentro

te sangra la vida
te muerde la herida
la bestia ciega
toda furia, toda ira 

yace muerto
el medio hombre
se cierra el cajón
que ya nada esconde

estoy en mi páramo
mi ciénaga ígnea
mi propia caricia
rugosa que asfixia.

Simpleza.

...Y van y vienen las hadas y los trenes

y los cómos y los quienes
se enmarañan en las redes
las dramáticas dialécticas
las de acero, las más pérfidas

Un pulgar hundido en sopa
muy grasienta, más grumosa
vulgar simpleza que lo adorna

¿y a quien le importa la última lágrima pura?
a quién mira las nubes sin desdén
maravillado, absorto y repleto de caos
pensando cosas raras de las flores.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La ciudad de tinta carmín

Nuestra amada lógicamente
traumatizada
niebla cruda derramada
sobre la niña infrahumana
soñadora, desplomada

muerta sobre de su almohada
cremosa la mirada del señor de la pala
ranas estrelladas en el mármol de las damas
hadas despiadadas 
por los bichos destripadas
sin grandezas cirujanas.

***

.simplones los señores
los que lamen los rincones
las puntillas, los pezones
las pupilas, los riñones 
las verrugas, los bigotes
las orugas, los cañones
las tortugas, caracoles
las velludas rebeliones
y las uñas, moretoneS

***

puntiagudos los relojes
se amontonan y se encogen
se sacuden los telones
bajo nuestros pantalones
y los árboles enormes
se alimentan de los torpes 
de los niños sin que importe
digan algo diferente 
cuando estallen en su frente
cual campanas que resuenan 
FUERTEMENTE

***

Tras la pena, tras la loma
está la lluvia de palomas
van cayendo, atronadoras
se subliman mientras lloran
se suceden cuando afloran
las locuras deliciosas 
maniáticas/ belicosas
llora el ramo de tus rosas 
prepotentes, vigorosas 
son las rosas lacrimosas
que se ondulan pegajosas
como hydras sudorosas.

***

Muelas desfilando por las callejuelas
prostitutas y franelas
convicciones/ cuarentenas
de los besos es jardín
de los truhanes un festín.

***

Bagres charlan en cafés 
sangre frita y pan francés
cuando bailan los bigotes
cuando se hunden los botes
y manifiestan los brotes
 mordiendo la loza
destrozada que solloza.

***

¿Cuántos hombrecillos 
de papel se mojan, 
mueren/ los despojan, 
a las fauces de dios RATA los arrojan?

***

Las corbatas anudadas 
siempre mueren asfixiadas 
con el humo que les brota 
a las pipas que rebotan 
dulce flauta (irreverente) flota
se hace un nudo 
marinero 
y luego explota
la vida se desgarra y se amontona
suavemente 
el silencio se hace dueño
de la orgía de lo sueños.

***

La simpleza desganada
la carroña/ la carnada
que las suelas desgastadas
que princesas reencarnadas
las almohadas desplumadas
los garrotes/ las patadas
peces muertos/ el desierto
 amanecen/ DIOS HA MUERTO
se detiene el engranaje
flota el éter en el Ganges
como dedos sin falanges
somos dúctiles cobardes
son tan pocos los amantes
degollantes/ intrigantes
los esconden en turbantes
los pellejos de los muertos
crían moho al descubierto

***

Los bigotes que caminan
sus galeras me alucinan
y su andar y su apatía
sus preciadas golosinas
que me sigan/ que me digan
con el dedo me prohíban
los colores que iluminan
son las luces con que miran
de sus ratas/ son peludas
las que muerden/ las pelusas
de su propia escaramuza.

***

Respira tranquilo el morbo 
de aquél triste hombre sordo
que desenvuelto en el polvo
ha recordado que han muerto
los ángeles descubiertos
por un otro/ Dios tuerto
suena, suena y resuena
la cascara y la zarzuela
la carcajada ajena
el niño y su dolor de muela
la lúgubre sala de espera
y el trinar de la enfermera
anunciando
"se ha extinguido la quimera".

Sonríe el hombre triste

Lóbrego gime
el hombre triste
pesado camina
y no se dirige

no se desanima
tampoco se aflige
la vida lastima
al hombre triste

él sigue y mastica
sus dientes grises
huye risueño
el último sueño
que acuñó
frunciendo su ceño

un tenue palacio
para el hombre triste
colmado de aves
y fuentes de alpiste

colores brillantes
y grandes atriles
y muros diáfanos
y almohadas
y besos volando
y NO cicatrices

y excelsas musas
sin raras excusas
de hermoso gesto
y NO rasgo funesto
de largos cabellos
y natural maraña

y enormes cuadros
que le sonrían a uno
y flores que brillen
y NO más humo

y gentes que corran
y niños morenos
y niñas que sonría
tengan o no tengan 
sus lindos hoyuelos

SIN majestuosas estatuas
de amos ajenos
SIN horrorosos Dioses
todo poseedores

el anhelante viajero
que no se dirige

¡aquél!

el hombre triste
sonríe y persiste
el hombre triste.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Harto de sonrisas prostitutas

ni un gesto de consuelo
ni un solo trazo de conformidad
ni una lagrima
ni más caminar

sólo seguir mirando el suelo
triste semblante mediante
y no buscar más consuelo
que despedirme del cielo
morir solo, ni más ni menos

no necesito nada
poco más que una patada
y escupirte a la cara
a esta puta
mi realidad desvencijada.

Póstumo

Esa melodía, grumosa y pesada
me cae encima, me aplaca
cada nota un clavo
en mi cueyo enterrado

cada momento pesa más
un cuarto sin ventanas
otra realidad 
una versión empeorada
de la verdad cuadriculada

el aire se me escapa
me atosiga el humo
que ahora se eleva, sube
me deja abajo, me hunde

pulso constante
un autómata andante
soy una maquina
un aparato parlante.

me seco, me pongo hueco
se nos caen las escamas
nos mataros un vez, esa mañana
por mirar el techo entre las sabanas

ya estamos fríos, muertos
bajo el césped y las flores
y los niños que juegan 
y los niños que corren.

Melancolía moderna.

Los televisores gritan
por lo alto sus patrañas,
la vida calla, espera y solloza
espera y remuerde.

Las flores cantan su sordo,
dulzón aroma.

Los malditos
sentados en los bancos
de la plaza tenue
miran los detalles del reflejo,
con gesto cebero,
de sus sueños espejados,
sueños resquebrajados

soy tosco timonel de mi fragata,
no te hundas triste nave
no rehuyas ni naufragues.

Inminencia recta

Tembloroso reptar
del condenado
en el centro
de aquel cuarto
insípido
despiadado
impersonal y bárbaro

apenas lo ilumina
una única lampara 
que pende 
sobre su febril sudor
y deja en las sombras
paredes calladas y cómplices

el único impulso
le hará llegar 
a la posada 
de su último suspiro
se yergue, apenas
para hundirse de lleno
en el fin de su aliento

Maldito verdugo, 
el que me acabe.
Maldita la bestia,
que me desgarre.
Maldito el momento,
que se me escape.