viernes, 26 de octubre de 2012

Intruciones para dibujar a un hombre muerto (o Sobre el Arte).

Tome un hombre,
mátelo.
Eso que usted ve,
incluso esa culpa
que asoma burda,
y la expresión de su espalda,
ese es su dibujo*.

*Para comenzar el acto creativo, daré los elementos necesarios para su confección:

         El hombre: el hombre puede ser cualquier sujeto perteneciente a la especie humana, perteneciente en el sentido biológico del asunto o incluso semejante en su forma (puede tratarse de un chimpancé con camisa blanca, si es que usted se siente de un tono más avant garde, no quiere decir esto que usted vaya a hacer nada nuevo). Este hombre puede ser de la estatura, peso y color que desee, incluso, si quiere usted ser más imbécil, podría tratarse de una mujer.
         El arma: puede ésta bien ser un arma blanca, un arma de fuego, una herramienta de tortura, un instrumento musical, un discurso académico, un objeto romo, y casi cualquier adminiculo, objeto o artefacto que usted sienta pertinente. Para una pieza más abstracta podría tratarse como arma alguna emoción. Ya sea de orden tanático o erótico, lo importante es el sentido de "objeto para dar muerte", más allá de lo caprichosa que pueda ser la asociación conceptual.
         La muerte: ahora bien, este es el elemento más importante y en el que consistirá la pieza, tanto su precedente como su consecuencia, por tanto deberá ser tratado con seriedad y agudeza (mayor o menor será el rigor según quiera usted pertenecer a unas u otras agrupaciones de pretensión artística).
         Será juzgada su obra según: el nivel de orden con que cometa el acto y con el que se disponga la escena, la planeación o espontaneidad con que se cometa el acto, si usted vomita luego o si mantiene la compostura, la clase de arma y de hombre elegidos para el hecho artístico, su temperatura corporal, su temperamento, su destreza (según sea su intención), y, por supuesto, la justificación por escrito de cada uno de los micro o macro sucesos acontecidos antes, durante y luego de la muerte.

2 comentarios:

  1. Esta cosa no sirve para nada es una tontera

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    1. Espero que te refieras a tu comentario como "anónimo", suceso que me produce una violenta vergüenza ajena. Me parece más cobarde tirar la piedras y esconder la mano que nunca salir de la cama. Me refiero a mi y uso esa pequeña palabra: "me", y ese "yo" implícito en todas partes, porque soy una persona que tiene las pelotas de vivir su vida mal. No tenemos acceso a verdades reales, lo que queda es necesitar lo que se me antoja. Ahora necesito insultarte, y si pudiera, romperte la cara y patearte hasta que murieras por las hemorragias internas, pero por la palabra "tontera" deduzco que por asuntos geográficos y demográficos es difícil al punto de no valer la pena.
      Gracias por comentar, ser vano, desperdicio de materia.

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