miércoles, 27 de abril de 2011

Acaecer

Siempre admiré atentamente
la enorme dignidad
y el encanto de las cosas raídas
y el lamento del piano por los tejados
de las casa abandonadas
y el viento que las atraviesa sin más
y la lluvia, que muy dueña de si,
las lava, desnuda y empapa
sin vidrios que empañar.

viernes, 15 de abril de 2011

Lorraine Y yo

Hagamos agujeros alados, cuidando no seguir la estela de sus aleteos, sin ambición de lograr soñar lo insoñable ni desplumar jamás algún llanto erizado entre tanta necedad, bruma monócroma que ciega nuestra insulsa existencia. Las manos que no ven la suavidad en los terrenos cándidos completan el espiral de los ojos que no van a ningún lado, despojados cascarones y hoscos nubarrones.

miércoles, 13 de abril de 2011

La ciudad de tinta carmín. Parte II

vuelo sin despegarme del suelo
no abro los ojos y veo
no existo siquiera y siento
dibujo paralelas cecantes
hago lo imposible
muerdo esferas ignotas
puedo correr con mis pestañas
y me duelen miembros que no tengo

***

corre, damisela
corre que ya llega
¡corre!
tu ropaje cuelga
te desprendes de la regla
te descuelgas de las letras
te acurrucas
desnuda 
en la punta de la pluma
que no surca más el cielo
al que, para desconsuelo,
extirparon los deseos.

***

a los turbios hombres desnudos
los destazan las uñas/ pesuñas 
por lujo de esos dementes duendes 
torsos, pellejo y dientes

es el triste reflejo de que mientes 
licor de terciopelo 
un barril de prostitutas en aceite 
la desventura del marido alcohólico
tosco, soberbio y polvoriento

***

no hay nada que entender 
ahí está la pared
los pedazos de carne
las margaritas que gritan 
melancolía infinita 
ahí está el muro
los cuerpos desnudos
las ratas, la rabia, 
los peces obscuros
ahí está la fonética 
de un estallido inmenso
la métrica poética 
del raro universo 
y los dulces pechos  
que no entienden la dialéctica 
perfecta simétrica que se cierra 
recta 
directa 
y ostenta la perdida de la pulpa  
de la mama, de la parte blanda 
se aceleran los pasillos
vertiginoso estribillo
del inmenso cuchillo
me transpiran las edades
me suplican las piedades

***

insultos y gloria 
insomnio y anomia 
guerra y victoria
rueda la noria
aforismo y axioma
hipérbole histórica
recuerdo y memoria
elipses eufóricas
maldita retórica

***

vuelo sobre sus cabezas 
en una silla eléctrica
en las calles de Londres 
cae la mierda a borbotones
pasa la parvada 
y ya no queda nada
vuelven los ratones
llenan los rincones

***

los gritos, la algarabía, el caos toma el día
los cuerpos que se agitan 
los miembros que se estiran 
los huesos truenan y la carne vuela
y las alimañas que esperan
a morder primero la parte más tierna
derriban los retoños que caen a la tierra
el rostro desfiguran, el resto lo desmiembran

martes, 12 de abril de 2011

Mi Beatrice perfumada

Tu perfume
tu piel tersa
y las curvas de tu cara
tus mejillas y sus sombras
claroscuro de hermosura

tu perfume
tu sonrisa
tu voz suave me acaricia
tus palabras cuando vibran
melodía que me vicia.

Lugares comunes entre mi.

De pronto el bicho y el agujero tienen la misma forma
de un instante al otro todo concuerda,
con la cuerda de la orca,
de repente la silueta del animal se ve en tu esbelto cuerpo
y todo se impregna de sentido.

Actúa según tu desventaja.
Abre las manos lo más que puedas,
hínchate para que no se atrevan a destriparte
y comete a todo el que parezca desvalido.
O bien, reñega de tu valor y déjate morir.

Perdidamente descreído de la felicidad.
No existe una felicidad que severas inspecciones no desenmascaren.

Necesito un espacio enorme. Por suerte, arriba de mi cueyo está mi cabeza.
Es cómo un gran estadio para mis locuras, mis ideas más rectas,
y mis fantasías pérfidas.

Las dificultades son simplificables. Con las vaguedades, eso es imposible.
No tengo nada que enumerar, nada que subestimar, nada que dar por sobreentendido.

La poesía es como una pañuelo de seda suave por tus pómulos 
y como un bloque de granito dándote en la cara.

La muerte de la mosca.
El mundo sucede esté o no pendiente de ello.
Porque soy tan insignificante como la muerte de la mosca.
Y como su muerte a ella,
mi vida a mi,
me parece una venturosa travesía.

Espero que tengas un nombre raro y hermoso.
Pero si no es así, aún puedo hacerme trampa.
Puedo amarte, pero si no puedo aún puedo amar lo que podrías ser...
Engañarnos juntos hasta la muerte,
o morir odiándonos en secreto.

el universo es casi nada

huérfano de luz y belleza
irreverente ante lo magnifico
una partícula de rencor
sacrílego y blasfemo
el universo es casi nada
convirtiendo en polvo al cosmos
un ser mínimo, ínfimo y escueto
mofándose del infinito.

domingo, 3 de abril de 2011

Ser

Soy como un gran bloque de granito
que pende de un terso hilo del algodón más fresco,
como si fuese una bala esperando su turno
en la ruleta que respira entrecortada,
tal como el que agoniza en una larga deriva,
alucinatoria, aberrante y finita,
y quien va por ahí sin sospechar siquiera
cuán muerto se encuentra
me comporto como ese pequeño hombrecillo
creyendo que es alguien, que sabe algo,
soy un partícula que cuelga de la nada
apenas sostenida por mi mala gana
una gota de roció sobre una hoja
esperando la gran tormenta.
Somos la vida, la muerte más lenta.

Deseo

Como un monstruo,
arrancarte lo hermoso de una mascada
ultrajar tu suave torso
llenar de mi saliva cada lugar en ti
erradicar todo afán de pulcritud
convertir cada gramo de belleza
en execrables y obscenos alaridos
ver brotar de ti los gemidos de un animal
llenarme las fauces con la violencia de tu carne
saciar la voraz fiera que llevo entre mi
despojarte de cada fibra de goce
llevármelo lejos junto con todo tu placer
y morir ambos fundidos en el ímpetu
de la abominable bestia.