viernes, 19 de agosto de 2011

Discurso de algún humano.

La raquitis del ser me enferma.
Las cosas que me importan 
son póstumas o abstractas.
Las cosas buenas y las cosas malas 
sólo son cosas y las cosas pasan.
Mi vida es ésta, 
ulterior o pretérito no hay nada.
Ésto es lo único, 
éste es todo el tiempo que contengo,
es único,  infinito para mí.
Porque a su fin, no llego.
Llegué a la conciencia paulatinamente,
no hubo corte, no hay antes y después.
Ésto es lo único que tengo, 
el ahora, y es infinitamente dispensable.
La vida es horriblemente mínima, 
impotente.
Lo único que puedo codiciar
es significar algo para un otro, 
superior o permanente,
un otro imposible, 
que al final me arranca toda esperanza.
El mundo es todo lo que existe 
y soy, tal vez, lo más maravilloso, 
y soy ignorante, impotente y finito,
escoria apelmazada, 
estoy dando un espectáculo jamás dado 
y no hay público. 
Estoy solo.
Y me desespera, 
y soy magnífico, 
y no importa en absoluto 
y lo soporto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario