viernes, 25 de mayo de 2012

La caída.

Se forma un charco. Está claro, esto sucede cuando un fluido se derrama, y esta sangre es uno de ellos; lo que indefectiblemente ocurrirá si la piel del cráneo sufre una herida perimortem; cosa que se sucede, en ocasiones, al impacto de dicho cráneo con el suelo (en caso de que éste sea firme y la caída se de sin resistencia de los miembros superiores); la caída mencionada ocurre con una aceleración de 9.81m/s2  (ubicándose cercano a la tierra), por lo que, dependiendo de la altura y el peso del sujeto, la caída será de mayor o menor gravedad; toda esta precipitación podrá sobrevenir en cualquier momento en el que falle el equilibrio o se desplace el centro de gravedad del sujeto más allá de cierto ángulo con respecto del suelo y con el punto de apoyo como centro; ésto último ha ocurrido en nuestro caso concreto, y se vio desplazado el centro de gravedad por la pérdida casi completa de traición en el pié de apoyo del sujeto occiso, esto por el sencillo hecho de haber pisado un limón.

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