lunes, 19 de marzo de 2012

Érase.

En la pradera
en el dorado suave de la primavera
ya empezando a molestar el calor
cuando el viento me trae aromas claros
y alergias insidiosas
donde mis dedos recorren terciopelos
camposanto de recuerdos
cuando la luz me da colores agudos
al amanecer, en tibias mañanas
cuando les oyen decir poemas robados
y robar ojos mojados
érase un tipo feliz mirando el cielo,
éraseno se lo permitieron.

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