domingo, 22 de abril de 2012

Aullidos.

Sé como aplastar gusanos con una cuchara,
Y arrancar de la pared los olores a navajazos.
Como devorar tu cadáver a besos
Cumpliendo los deseos del músico borracho.

¿Pero cómo soñar con un cielo vasto y gris,
Y llover, desgraciado, dentro de sus pobres universos?
¿Cómo cosechar el negro aceite en sus entrañas
Y entre ruidos, complacido, sorberlo muy lento?

¿Y cómo fumar las cenizas de sus hermanos
Asaltando sus hermosas convicciones?
Como martillar las pesadillas que te miran desde lejos
Y verte, muriendo de ira, apagar tus explosiones.

¿Cómo no extinguir la compasión hacia mi carne gris
Y destrozar mis huesos de bestia con garrotes?
¿Cómo partir en dos hachazos una fiera como ésta
Y devorarme mascando lentamente los rencores?

Será como recoger las vanidades en el suelo, moribundas
desplomadas, y tomarlas por el cuello y acabarlas.
Y como ver brotar los niños como flores en invierno
De tus codos, en mil oleadas tristes y macabras.

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