Hipnóticos sonidos,
ondulaciones
de floridas venas
que emergen
sinuosas de la herida
piel estremecida
tus manos flacas
carne enmohecida
uñas que todo lo rasgan
horas
horas viendo
el mismo punto
en movimiento
leve ascenso
lento
alimento
con tus pellejos
a mis fieras
rastreras
furiosas quimeras
el espíritu de mi mundo
florecido y furibundo
detona en ira
caos venial
remolinos purpura
desgarrador viento
lento se apaga
el instrumento
desencadena el lamento
mente al vacío
turbulencia inconmovible
en leve decaimiento
escalofriante evidencia
de la cadencia.
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