de soñar

al final del día, en mi cama, no duermo, muero, porque despierto sin un sueño que contar, así que daría igual estar muerto, pero sí sueño, me resulta más fácil hacerlo despierto, claro, volar la imaginación, lejos, con los ojos fijos en un punto del aire. También sueño dormido, pero en esos ratos del día que me robo para pasarla conmigo, y me converso... largo y tendió, a veces escribo algo, o no, me duermo, me voy, y sueño... cuando sueño dormido es otra cosa, no es como soñar despierto, no sueño de mi, ni de esto, ni de nosotros, ni de aquellos, a veces sueño ser un ave en vuelo, otras una hormiga escapando al pie matón... y sin soñar conmigo, ni contigo, ni con ellos, ni con nadie... tienen mucho que ver estas metáforas del subconsciente... con nosotros, con ellos y con todos.