jueves, 13 de febrero de 2014

El gas

No sé en qué momento se abren los ojos
pero despierto, aparatoso, carne golpeando hierros
algo afuera tiene la fuerza suficiente
como para hacer que me ponga en dos pies
será una obligación, un deseo
u otra mujer que no,
será que me chantajean, me lo ordenan, me llaman y me lo prohíben
le muestro un cariño ambiguo a la mañana
que no es amigable, el invierno taladra
me pongo pantalones, muy a mi pesar
todo es plomo
agua, café, peinar
me cuelgo la cámara
y salgo al hielo en el tacto
a la mierda de ignotos caballos en el asfalto
el viento con humo, y el gas que nos quiere matar
¡el gas nos quiere matar! ¡a esta hora! ¡es un hijo de puta!
camino lento porque no quiero
y me miran los perros, me ladran, puteo, miro a los dueño
me soplo las manos caminando ruido de la escarcha
y me distraigo con el vapor
que dejo salir fantaseando muerte y que se escapa la psique
se me antojan paralelos la bruma y mi temperamento
que va más de mala gana que de cansancio
y me caigo al suelo
respiro cerca del hormigón el aire más limpio que encontré jamás
y me quedo.

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