miércoles, 6 de junio de 2012

Caminan asediando mil idiotas, locos, obsecuentes.

La ubicuidad aparente de la luz
no es más que tu lentitud
lentitud complaciente como café tibio
y yo que siempre estoy ahí, con minúscula
con los horizontes torcidos...
¿y no es eso oscuro...? no es él ni ella
es lo cavilante, lo crepuscular
la nocturnidad no es mi especialidad
el despertarme molido, ese es mi talento
y no ella, poesía gangrena, mugre de papel
bailar para no estar muerto
¿Cuanto sentido tendrá negarse a morir?
las pruebas me brotan:
Lo wagneriano, quemarse a lo bonzo
lo real de la fantasía
y que no hay mejor licor que un viento frío...
Por ahora el tiempo se va
fuga inverosímil, encerrando un presente inefable
pero se va mirando sorbe su hombro
esperando despedidas y tu mano saludando.

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