Y vienes desde aquel rincón
con esa hermosura tan pesada
leñosa, atiborrada
y me anula un haz osado de tus ojos
la fragilidad se esfuma
huye a esconderse de tu barbarie
de tu incendiarlo todo
no das revancha
la simpatía autocrática
me cuece en mis jugos
y tu discurso monolítico
es un bloque de cemento más masivo
y esos ojos que brillan pero no reflejan
tu sonrisa abruma
es un artefacto escalofriante
un instrumento de tortura.
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