Estoy nadando en el cráter
lleno de lluvia de mi sonrisa,
la que se desplomo
entre el hormigón
inconmovible,
entre bestias de metal
irascibles
miro a la ventana
y veo al sol
y ya no entiendo
por qué se alzó
por qué se alzó
la masa impulsiva y ciega
su carcajada hipnótica
psicótica y obscena
hombre quietos
secos, muertos
fríos cerdos
todo acomodado en el estante
todo preso de un lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario