La vida grita,
sangra,
escapa el plañir y el moco, el patetismo,
la vida falla, sangra oscura y espesamente, suplica,
pregunta, reclama, duda,
acepta y, siempre, cien veces grita.
La muerte calla, pero gana.
Siempre cínico,
dejando de mostrarse por largas temporadas,
vuelve despacio,
sin vergüenza,
a pararse a tu puerta el nihilismo.
Otra vez.
Sin golpear jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario